Clínica Dental Suarez Solís. Todo sobre los dientes de leche

TODO SOBRE LOS DIENTES DE LECHE

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Todo sobre los dientes de leche. Suárez Solís, Odontopediatría Avilés.

La salida de los dientes de leche es algo que marca la salud bucodental de cualquier persona. Esta etapa se da a partir de los seis meses, aunque en cada niño puede variar, dependiendo de su desarrollo físico.

Cuando se caen los dientes de leche, empieza otra etapa con la misma importancia, ya que empezarán a erupcionar los dientes definitivos. Además, las visitas del “Ratoncito Pérez” es algo que le hace ilusión a todos los niños.

¿Quieres saber cuándo salen y se caen los dientes de leche? Te lo contamos todo a continuación: el orden de caída y salida, maneras de cuidar los dientes correctamente, que hay que hacer si se perciben caries o manchas blancas, cómo extraer un diente sin provocar dolor y, en general, todo lo que necesitas saber sobre los dientes de leche.

¿Cuántos dientes de leche tenemos?

La cantidad de dientes de leche de todos los niños son veinte. Se trata de dientes temporales que se desarrollan en la fase embrionaria, aunque erupcionan una vez en la infancia. Con ellos, los niños son capaces de comer alimentos sólidos hasta que su estructura bucodental sea lo suficientemente avanzada para poder albergar los dientes permanentes finales.

¿Cuándo salen los dientes de leche?

El primer diente de leche erupciona a partir del 5º mes del niño, aunque puede variar mucho dependiendo del propio niño, pudiendo llegar hasta los 12 meses. A los tres años, en la mayoría de los casos, el niño ya debería de tener los veinte dientes temporales.

Normalmente, los dos frontales inferiores (incisivos centrales inferiores) son los primeros que salen. Los siguientes tras estos son los incisivos centrales superiores, seguido de los dos laterales. Sin embargo, este orden no es fijo, por lo que puede variar en algunos bebés.

Señales de la dentición primaria

Cuando erupcionan los primeros dientes de leche, el niño puede llegar a sentir ciertas molestias, por lo que estará más enfadado o irritable de lo habitual. Normalmente, los niños experimentan cierto dolor y se llevarán todo lo que encuentren a la boca para intentar aliviar ese dolor.

Los síntomas van empeorando justo antes de que los dientes erupcionen. Aquí, las encías se inflamarán y estarán mucho más sensibles. Esto puede generar algo de febrícula, aunque no es normal que tenga una fiebre seria por esto. Si esto llegase a ocurrir, lo mejor que se puede hacer es llevar al niño al pediatra.

Otros signos para detectar que los dientes de leche están a punto de erupcionar son los siguientes:

  • Llanto.
  • Babeo excesivo.
  • Inapetencia.
  • Falta de sueño.

Los mordedores comerciales como tal no ayudan mucho a aliviar las molestias provocadas por las encías. Pero, existe algo que sí puede hacerlos mucho más eficaces: meterlos en la nevera. De la misma manera, también puedes poner a enfriar su chupete habitual.

Algunos de estos productos están hechos con elementos perjudiciales para la salud. Asegúrate de que el mordedor que compres sea sólido, y no uno de aquellos blandos con líquido por dentro. También comprueba que esté fabricado con materiales seguros y de calidad, homologado por las autoridades de la U.E.

Limpieza y cuidados de los dientes de leche

De la misma manera que pasa con los dientes definitivos, hay que limpiar los dientes de leche a diario para que se mantengan sanos. Desde que sale el primer diente, hay que comenzar a realizar las rutinas de higiene diaria, como el cepillado dos veces al día, aunque en un principio sólo con agua.

Cuando el niño aprenda a escupir será el momento de empezar a usar la pasta de dientes, comenzando con pequeñas cantidades. Tras los tres años de edad, puedes aumentar un poco su cantidad de pasta en el cepillo, aunque aún no puede exceder el tamaño de un guisante.

Evita que consuma azúcar en exceso y alimentos ácidos es importante, ya que estos elementos pueden debilitar el esmalte dental, la capa exterior que protege los dientes. Si los dientes definitivos no se cuidan correctamente, pueden aparecer patologías o condiciones no deseadas, como las manchas blancas o las temidas caries.

Caries en los dientes de leche

¿Sabías que las caries también pueden aparecer en los dientes de leche y luego transmitirse a los dientes definitivos? Por esto, es importante prevenirla o consultar con un dentista si se llega a presentar. Para evitar las caries de leche en los dientes de leche puedes seguir las siguientes recomendaciones:

  • Cuando comience a comer, evita darle refrescos o zumos. Su bebida debe ser el agua principalmente.
  • No dejes que se duerma con el biberón en la boca.
  • Cepíllale los dientes tanto por la mañana como por la noche una vez que le erupcione su primer diente.
  • No chupes su biberón, chupete, cuchara u otros utensilios similares.
  • Evita soplar su comida para enfriarla, ya que le podrías transmitir tu flora bacteriana.

¿Cuándo se caen los dientes de leche?

Los dientes de leche empiezan a caerse a los cinco o seis años, dando lugar a los dientes definitivos, aunque esta edad puede variar dependiendo de varios puntos:

  • Género. Las niñas suelen erupcionar sus dientes permanentes antes que los niños.
  • Trastornos como la desnutrición o la anemia pueden retardar el proceso.
  • Tiempo de gestación. Los niños que nacen antes de la semana 37 pueden tardar en erupcionar sus dientes definitivos.
  • Cuándo salen los dientes de leche. Cuanto más temprano salgan los dientes de leche, antes saldrán los permanentes. Del mismo modo, si los dientes de leche tardan en desarrollarse, pasará lo mismo con los dientes definitivos.

Cómo extraer un diente de leche sin dolor

Lo mejor siempre será dejar que se caigan solos. Sin embargo, si notas que hay un diente que esta lo suficientemente flojo, puedes intentar sacarlo. Hay que tener en cuenta que esto solo debe hacerse una vez el diente esté extremadamente suelto, ya que de lo contrario puede ser algo doloroso para el niño, existiendo la posibilidad de sangrado.

Para poder extraer un diente, utiliza una gasa o un pañuelo para poder sostenerlo y tira hacia ti con un movimiento de torsión. Si aún así no sale o el niño esta sintiendo demasiado dolor, lo mejor será esperar algo más.

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